La meditación y como puede cambiarte la vida

Meditar no es sinónimo de dejar de pensar sino buscar tiempo para reflexionar y valorar en profundidad nuestro presente porque “La meditación es el ojo del alma.”

 

Cuando se habla de meditación solemos imaginar una persona sentada en el suelo con una inmensa paz y con la mente totalmente en blanco, y a ninguno de nosotros se nos escapa que, en nuestro día a día y con los niveles de estrés a los que estamos expuestos, lograr esa inmensa paz sentados en el suelo y con la mente en blanco supone una gran conexión acompañada de tranquilidad.

Sin embargo, tenemos en nuestro consciente algunos tabús, que aunque no los pensemos directamente, están en nuestra mente inconsciente, lo que provoca que no, nos demos esa oportunidad de conocer la importancia y los beneficios que nos trae la meditación.

Hoy conocerás cuales son esos Tabús y como borrar esa idea, ya que mientras tengas esa conceptualización errónea no te darás la oportunidad de cambiar tu vida.

 

  1. La meditación requiere un tiempo del que no dispongo

Esta es más que un Tabú, es una excusa.

Si me dices que no tienes 10 minutos para meditar no es algo que se pueda creer. Puedo aceptar que no tengas la suficiente motivación, o que pienses que es algo que no va contigo, pero serio: basta con 10 minutos al día para que este hábito tenga unos resultados extraordinarios en tu salud.

El tiempo que empleas meditando, estás haciendo un trabajo importante mantenerte en el aquí y en el ahora, sobre todo ayuda acomodar tus ideas o tus planes.

  1. La meditación es dejar la mente en blanco

Quizás esta sea la tabú más grande: la meditación es dejar de pensar, tu cerebro permanece siempre activado y de un modo u otro piensa.

De lo que se pretende en la meditación, según cada práctica es de estar “atentos”, “presentes”, “observar”.

Es posible que sientas que no estás consiguiendo nada al no ser capaz de seguir las pautas de la meditación, sin embargo, estarás consiguiendo reducir en mayor o menor grado la reactividad de tu cerebro, de este modo conseguirás un mayor autoconocimiento y autocontrol.

  1. Meditar requiere estar sin hacer nada durante un tiempo

Para borrar este pensamiento hay que enseñar la diferencia entre la meditación formal de la que no lo es.

La meditación formal es la práctica habitual de meditación que se realiza una o dos veces al día en un lugar apropiado para la práctica.

Sin embargo, existe otro tipo de meditación “no formal”, que puedes realizar en cualquier lugar y en cualquier momento, sin tener ningún tipo de restricción medioambiental.

  1. Para meditar hay que sentarse así…

La meditación solo funciona en postura del loto.

Es cierto que durante la meditación formal es conveniente sentarse con una postura erguida, en la que la espalda permanezca bien alineada, sin embargo, no es imprescindible siempre adquirir una postura como esta.

De hecho, debes practicar meditación en una postura que para ti sea cómoda: puedes meditar en una silla manteniendo la espalda recta, obtendrás los mismos beneficios que si te sientas en la postura del loto.

  1. La meditación es algo de religión

La representación de Buda sentado meditando en la postura de loto ha llevado a asociar esta práctica con el budismo.

Este tabú hace que muchas personas de entrada rechacen iniciarse en la meditación ya que no les gusta la idea de identificarse con prácticas religiosas o espirituales

Aunque es cierto que la religión y la espiritualidad, trabajan en el ámbito de la introspección personal, pero para meditar no es necesario llevar una vida espiritual o religiosa.

  1. Meditar es muy difícil

Probablemente este es uno de los tabús sobre la meditación con más “creyentes”

Meditar no es difícil ni fácil. Es un hábito, y como cualquier otro hábito necesitas establecerlo de un modo lento y progresivo, para meditar necesitas tener un cierto grado de motivación, ya que la práctica al principio requiere que salgas de tu zona de confort.

Puede ser útil que busques prácticas de meditación que estén relacionadas con alguno de intereses personales, de este modo incrementará tu motivación.

  1. La meditación es una moda

Pues la verdad es que la meditación es una práctica que lleva realizándose durante milenios, por lo que, de ser una moda, es una moda milenaria bigsmile

También el creciente interés por muchas personas por tener una vida sana ha llevado a comercializar la meditación.

 

Dando respuesta a cada uno de estos Tabús seguro te preguntaras ¿Y hay cambios en la meditación?

La mayoría de las personas se preguntan si se experimentan cambios reales como consecuencia de  este tipo de meditaciones y, aunque es algo muy personal y varía de unos a otros, puedo afirmar que sí, hay cambios, y muy bonitos.

El autoconocimiento nos permite practicar el perdón sin reticencias, nos perdonamos a nosotros mismos y perdonamos a los demás pura y libremente; y esto provoca que nos liberemos de ciertas ataduras que podían estar retrasándonos en nuestro camino.

Controlar nuestras emociones y reacciones en el entorno, por lo que nos podrá resultar más sencillo digerir el estrés y los posibles enfados que nos provoca el mero hecho de vivir nuestra realidad. Los atascos, las llamadas irritantes en el trabajo, las personas que no nos agradan, etc., pasan a ser realidades ajenas a nosotros que no nos afectan: simplemente suceden y nosotros pasamos por ellas aprendiendo, agradeciendo, y nada más. Parece muy hippie para ser real, pero así es.

Por otro lado, la aceptación llega a nosotros para quedarse y acompañarnos el resto de nuestra vida. Las personas solemos hacernos mucho daño peleando constantemente con la realidad, aceptar las cosas como se nos vienen dadas nos impide perder el tiempo de forma inútil. Siempre digo que aceptar no implica no actuar, aceptar implica asumir la realidad e invertir mejor nuestro tiempo para poder cambiarla, si es que no nos gusta.

La meditación cambia a las personas, considero que es el proceso lógico que sigue a conocerse mejor, desarrollar nuestra inteligencia emocional y aceptar la realidad como parte de nosotros, es decir, ¿cómo no vas a cambiar si todo a tu alrededor ha cambiado de pronto? No sé trata de “ya no soy la misma persona”, se trata más bien de “ya no veo nada de la misma forma en que lo hacía antes”.

De pronto tu vida cambia aunque no haya cambiado nada, tu trabajo es el mismo, comes las mismas cosas, tu pareja y/o tus hijos, si tienes, son los mismos y, sin embargo, ya nada es igual.

 

A veces la realidad es que no hay que cambiar nada, simplemente aceptar lo que es, agradecer y seguir adelante.

Meditar nos ayuda a entender quiénes somos.

 

 

Si deseas comenzar a cambiar tu vida, te invitamos que hacer clic aquí y conocer más.

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te podría interesar

Espiritualidad para principiantes

Subscríbete y recibe el Ebook gratuito.