Aprendí lo correcto, en el momento indicado, y dejé de quejarme.
Tenemos una tendencia a ver “amenazas”, a prestar más atención a lo que nos falta, a lo que perdimos, a lo que nos resta en la vida.
¡Que manía la nuestra de quejarnos de todas las situaciones desagradables! En ese estado, todo puede ser insoportable, hasta el cruzarnos con una persona que ni conocemos pero ya la detestamos ¿por qué?.
Transforma tu realidad, no hay acción, en pensamiento o palabra, que no tenga una consecuencia en nuestra realidad; la vida nos pone en el lugar correcto, en la situación precisa que nos dará las enseñanzas que necesitamos para evolucionar y sobre todo, nos envía personas con ciertas características para que veamos en nosotros la forma de desarrollar la empatía y desarrollar la conciencia. Esas personas son nuestros maestros que traen aprendizajes, a su vez, nosotros somos maestros para que otros puedan aprender en cada experiencia e interacción con uno.
Dejar de quejarse es el primer paso para tener otra perspectiva de la vida. Imagina que tu vida es como un álbum de fotografías, cada recuerdo que conservas se convierte en una foto de ese álbum de tal suerte que, si solo has prestado atención a lo negativo, cuando vayas a revisar ese álbum de vida solo encontrarás fotos de experiencias desagradables. Lo más grave de esto es que terminas por creer que la vida es así, desagradable, un lugar lleno de amenazas y cosas que están “mal”.
La transformación de la realidad no depende de que otro venga a hacerme sentir como yo me quiero sentir, una visión positiva de la realidad depende de esas fotos, de esos momentos que iré capturando minuto a minuto ¿seguirás quejándote? tendrás un álbum lleno de quejas pero ¿qué tal si te cuentas una historia diferente?
La visión positiva de la vida tiene que ver con tu actitud ante la misma. En este momento, todo el mundo, literal, esta pasando por la misma situación, ¿por qué unos se quejan y otros disfrutan? ¿por qué unos aprovechan el tiempo mientras otros se aburren? Todos somos iguales, la diferencia esta en cómo decidimos vivir la experiencia.
Tus pensamientos están ligados a tus emociones, la queja te hace encontrar todo lo malo en cualquier situación, por ende, te sentirás enojado, frustrado con todo a tu alrededor. Tus interacciones con los demás tendrán ese mismo matiz, no es posible pensar mal de todo, sentirte bien y tener buenas relaciones.
Por el contrario, si logras cambiar tu manera de percibir tu realidad, si tienes pensamientos ligados a la compasión, la empatía y la felicidad, estarás emanando amor a tu cuerpo, te sentirás amoroso y regalarás amor a los que te rodean ¿consecuencia? ya la puedes adivinar: el amor flotará cerca de ti.
Quizá pensarás que esto parece muy fácil o que no es posible cambiar la realidad porque sigues sin trabajo por ejemplo, porque sigues sin poder salir de casa, etcétera, y ¿sabes qué? ¡tienes razón!, la situación no la podrás cambiar, solo puedes modificar el hábito que has creado que te hace sentir de esa manera.
Así como el ejercicio, trabajar en una “mente nueva” y tener una visión diferente de la vida, debe ser practicado todos los días, 24/7. Llevas años practicando el “deporte de la queja”, de seguro ya eres muy bueno en ello, empieza a trabajar en “entrenar tu mente” cada día y llevarla a sentirte como te quieres sentir, te aseguro que te volverás muy bueno en hacerte sentir bien, si lo practicas.
¿Entrenamos la mente?
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