Lo que crees que es tú naturaleza, no es tu naturaleza.

Lo que crees que es tu naturaleza, no es tu naturaleza

 

Hace poco puse un “post” en mi Facebook sobre una vieja fábula de un escorpión y un monje, (puedes ver el post aquí), quizá conozcas la versión que se atribuye a Esopo sobre la rana y el escorpión que quiere cruzar el río.

 

Este cuento nos invita a reflexionar sobre la manera en la actuamos, la tendencia a hacer ciertas cosas de cierta manera porque están en nuestra “naturaleza”. Si comprendemos la naturaleza de cada cosa, de cada ser, de cada persona, no nos tomaríamos nada tan a pecho, dejaríamos de juzgar a los demás y actuaríamos con mayor compasión, pero ojo, no debemos confundir nuestra naturaleza verdadera con hábitos creados en el paso del tiempo que nos llevan a comportarnos de manera automática y muchas veces dañina para nosotros mismos o para los demás. No podemos ir por la vida lastimando a otros o siendo ofensivos con otros justificándolo en que esa es “nuestra naturaleza”.

Vamos a ahondar en el tema para aclararlo mejor. La fábula tiene que pasar por alto la verdadera naturaleza del escorpión, que es “sobrevivir”,  para que el cuento tenga sentido. En la naturaleza del escorpión, que realmente es la de supervivencia, puede ser que antes de decidir picar y arriesgarse enfrentando al enemigo, decida escapar. La mayoría de las veces los animales tenderán a huir si se sienten amenazados y, a menos que no puedan, optarán por defenderse. Los seres humanos a diferencia de los animales, plantas, insectos, tenemos la capacidad de discernimiento, de evolución y crecimiento personal.

 

Tu naturaleza no es ser “enojón”, tu naturaleza no es ser intolerante, tu naturaleza no es ser disperso, nada de eso que piensas que es tu naturaleza lo es. ¿Cómo saber cuál es nuestra naturaleza entonces?, bueno, no tengo la respuesta a ciencia cierta, pero sí puedo decirte que en mi experiencia y en mi propio camino de evolución, he descubierto que la naturaleza del hombre esta íntimamente relacionada con la armonía interna y con lo que nos rodea. 

 

Basta observar un poco la naturaleza para darnos cuenta de que todo está en una relación de simbiosis: ganar-ganar. Todo tiene una armonía misteriosa, todo tiene una relación y un para qué; desde la planta que se enreda en el árbol para poder llegar a recibir los rayos del sol,  hasta la existencia de lo molestos mosquitos que si desaparecieran, el efecto dominó que causarían resultaría en la extinción del ser humano, así que la siguiente vez que quieras matar un mosquito, considera agradecerle y dejarlo ir.

Nuestra naturaleza individual no está separada de nuestra naturaleza colectiva, así como los escorpiones comparten una naturaleza, todos los seres humanos compartimos una misma naturaleza, y te aseguro que no es la de pasarla mal, o peleando o sufriendo. Los seres humanos estamos aquí para ser felices, para evolucionar, para desarrollar una conciencia de equilibrio y balance que nos permita estar en armonía con todo lo que nos rodea.

 

No se trata del “¿por qué estamos aquí?” sino de “¿para qué estamos aquí?” 

 

¿Ya sabes ¿para qué estas aquí?

 

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