ME AMO…LUEGO TE AMO Estrategias para mejorar tu autoestima

Iniciemos con una reflexión…citemos un principio irrefutable: no es posible amar y ser amado por los demás sin antes amarnos a nosotros mismos. Comprender y apropiarse de esta afirmación significa, posiblemente, un cambio de mentalidad, un proceso de reflexión que abre paso a un nuevo enfoque acerca del amor propio y del compartido. Esta nueva mirada configurará nuevas realidades. Llegado este punto, se plantea otro de los grandes principios universales divulgados, durante el siglo pasado, por Marcel Proust, novelista y crítico francés: “Aunque nada cambie…si yo cambio todo cambia” .Es un hecho. 

Al cambiar la perspectiva, el matiz mediante el cual cada uno de nosotros interpreta el mundo, ese universo…esa realidad también cambia. Se trata, como ya dijimos, de una Ley Universal. Ya en el siglo V a.C., el famoso maestro espiritual Gautama Buda anunció: “al mirar al mundo, lo teñimos con nuestra mirada”. Si tu mirada es oscura y pesimista, el mundo que te rodea será un lugar gris, inhóspito, sombrío. Si, por el contrario, lo que te mueve es la esperanza y el optimismo podrás elevar tus pensamientos hasta las estrellas mientras mantienes tus pies sobre la tierra.  

En consecuencia, lo que CREEMOS tiende a ser lo que CREAMOS. Dicho de otro modo, tal y como tú te percibas, te aprecies y te valores, te percibirán, apreciarán y valorarán las personas que te rodean. En el ámbito de la Psicología, este fenómeno se conoce como la Ley del Espejo concepto introducido, hace varios años atrás,  por el  escritor japonés Yoshinori Noguchi quien postuló que nuestra percepción del mundo y de las relaciones humanas son fiel reflejo de nuestro mundo interior. Años más tarde,  el psicólogo Carl Gustav Jung la describió como un mecanismo de proyección mediante el cual se atribuye a otros algo que en realidad es nuestro. “El mundo exterior actúa como un espejo reflejando tanto nuestra luz como nuestra sombra, siendo un retrato de nuestro mundo interior”. En definitiva, lo propuesto por la Ley del Espejo es que todos los cambios o transformaciones que queramos llevar a cabo en el mundo exterior deben suceder, primeramente, al interior de cada uno de nosotros. En la mayoría de los casos, la causa de lo que ocurre afuera habita en ti. 

Todas estas teorías, estudios e investigaciones apuntan hacia la misma gran conclusión: ámate y te amarán. ¿Pero cómo logramos amarnos? ¿Cómo nutrimos, alimentamos, fortalecemos nuestro amor propio?  

A continuación, 16 acciones para amarte cada día más:

1.-Celebra todas y cada una de tus victorias.

2.-Trabaja y nutre tu Autoconcepto. Una vez que estés plenamente consciente de cómo eres y cómo te gustaría llegar a ser, emprende las acciones necesarias para perfilar ese concepto de ti mismo (a).

3.-Aprende y disfruta pasar tiempo a solas. Es una excelente manera de conocerte a ti mismo (a). La soledad, el silencio, la meditación, la reflexión, el pasar tiempo y disfrutar de estar contigo mismo (a), indudablemente, nos induce a conocernos mejor al mismo tiempo que reduce las probabilidades de volvernos adictos al amor de otros.  

4.-Date el permiso y aliéntate para transformar tu realidad por otra que te satisfaga más. 

5.-Reconoce tus virtudes, valores, fortalezas, debilidades. 

6.-Esfuérzate por cambiar esquemas de pensamientos limitantes o autodestructivos. 

7.- Practica el aprecio, la benevolencia y la compasión hacia ti mismo (a). No te castigues. 

8.-Afronta los desafíos que la vida te presenta. No evadas. No huyas. Más bien, enfrenta. 

9.-Cultiva el arte de la valentía. Lo que se traduce en continuar hacia adelante a pesar del miedo que puedas sentir. 

10.-Evita las posturas de víctima, la híper exigencia, la autocrítica o la queja excesiva. Por el contrario, reflexiona acerca de tus posibles errores y corrígelos. De cada situación difícil o dolorosa procura extraer el aprendizaje que todo evento lleva consigo. Sé resiliente.    

11.-Traspasa el umbral de las intenciones y conviértelas en acciones. Lleva a cabo todo aquello que consideres importante para ti. Inscríbete en el curso o taller que siempre has deseado; decídete a aprender nuevos oficios o sobre diferentes tópicos, desarrolla tu curiosidad para indagar nuevos horizontes y oblígate a salir de tu zona de confort. 

12.-Modifica aquellos hábitos que impiden transformarte en la persona que deseas ser.     

13.-Descubre de qué manera eliges aportar algún beneficio a la humanidad.

14.-Procura rodearte de personas optimistas, alegres, emprendedoras, empáticas, entusiastas.

15.-Crea un diario de gratitud. Escribir es un hábito terapéutico, liberador, sanador. Mediante la escritura nos hacemos conscientes, asimilamos los eventos y situaciones acerca de las cuales podemos sentirnos agradecidos (as).  

16.-Practica alguna actividad que te represente esfuerzo y voluntad. Recuerda que vivimos en sociedades caracterizadas por la cultura del menor esfuerzo lo cual impide que las personas desarrollen alta tolerancia a la frustración (ATF). Frecuentemente, la baja o escasa tolerancia a la frustración (BTF) provoca que, ante el más mínimo obstáculo o tropiezo abandonemos proyectos y metas personales, laborales o de cualquier otra índole.     

Una gran noticia es que cuando la autoestima se construye de manera consciente, se trabaja sabiamente, se forja sanamente desde el interior de cada uno (a) de nosotros, tendemos a proyectar e irradiar ese estado del ser  hacía el mundo exterior provocando el reconocimiento de todos los que nos rodean. Además, se produce un efecto de selección natural: a medida que la autoestima crece y se fortalece dejamos de relacionarnos con personas que, de alguna manera y en algún momento, socavaron, lesionaron nuestro amor propio. Existen estudios que revelan que las personas poseedoras de una alta autoestima suelen ser más atractivas ante los ojos de los demás. 

ALGUNOS EJERCICIOS PARA REFORZAR TU AUTOESTIMA

Elaboraremos algunos listados, por escrito, a los fines de visualizar, claramente, aspectos de nuestra personalidad, de nuestra identidad: 

1.-En el primero de ellos, enumerarás lo que de acuerdo a ti representan tus grandes fortalezas, tus atributos, tus capacidades y/o los valores que rigen tu vida. Algunos ejemplos: honestidad, altruismo, responsabilidad, compromiso, sentido de liderazgo, entre otros muchos.

 2.-Otro listado podría contener breves descripciones de los diferentes logros, realizaciones y éxitos alcanzados en las diferentes etapas de tu vida. 

3.-En un tercer listado enumera aquellas expresiones de reconocimiento, halagos que hayas recibido de parte de otras personas. 

4.-Otro ejercicio consiste en describir acciones, conductas, actitudes o aptitudes, situaciones o eventos de los cuales te sientas orgulloso (a). 

5.-Por último, elabora un listado de todo aquello por lo cual te sientes agradecido (a). 

Una última reflexión. Resulta curioso y hasta paradójico que de acuerdo a la Teoría de la Percepción destaque más un punto negro sobre un fondo blanco que un punto blanco sobre un fondo negro. Es decir, existe la tendencia natural, inherente a nuestra condición humana, a enfocarnos más en el desprecio que en el aprecio, en la crítica y no en la aceptación, en los defectos más que en las virtudes… olvidándonos de iluminar nuestra propia vida y la de los demás. La buena noticia…podemos transformarnos para revertir esta tendencia.

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