¿Por qué no eres feliz? ¿Por qué no tienes éxito?

Todos nos hemos preguntado esto alguna vez, y seguramente la situación por la que todos estamos pasando nos hizo replantearnos muchas cosas, yo lo hice, pasé por dudas y miedos y me llevó por una senda de búsqueda de respuestas.

¿Por qué no tenemos éxito?

Porque no somos felices

¿por qué no somos felices?

Porque no sabemos cómo ser felices.

Aunque parezca increíble al leerlo, solemos confundir la felicidad con el gozo pasajero; confundimos la felicidad con algo que viene de fuera, o la percibimos como una recompensa que se alcanza después de mucho luchar. Todos estos conceptos están equivocados y son justamente estas creencias sobre la felicidad  lo que nos impiden ser felices.

Entonces ¿qué es la felicidad?

Te diré lo que no es. La felicidad no es dependiente es decir, no depende de nada más para existir. Te pongo un ejemplo, si tú dijeras que lo que te hace feliz es que tu pareja te prepare la cena, el día que no lo haga o cuando ya no tengas esa pareja que te prepara la cena, tu felicidad se termina, “se va con esa persona”. Otro ejemplo, suponiendo que lo que te hace feliz es tu carro ¿qué pasa si por alguna razón tienes que venderlo, o te lo roban? ¿te roban la felicidad? ¿vendiste tu felicidad?. Si tu felicidad es lo que haces, ¿qué pasaría si ya no pudieras hacerlo más? ¿qué pasa con tu felicidad?

Con esto quiero decirte que tu felicidad no puede depender de nada externo porque cualquier cosa que este fuera de ti, que no dependa de ti al 100%, puede esfumarse así que tu felicidad está dentro del círculo que tú puedes controlar, ¿cuál es ese círculo? Tu mente. La felicidad está en tu mente, así como tus miedos, tus angustias, todo eso está en ese espacio ambigüo que llamamos mente.

Nadie ni nada es responsable de tu felicidad, la felicidad es una opción y una decisión; tú decides si quieres ser feliz todos los días, un día, un minuto o 24/7, solo tienes que prestarle atención a tus pensamientos. Déjame explicarte con más detalle.

Los pensamientos, cualquier pensamiento, tiene el poder de desencadenar una reacción química en tu cuerpo y transformarse en una emoción. Podríamos decir que el pensamiento se materializa en tu cuerpo. Si es un pensamiento agradable tu cuerpo se regocija, pero si es un pensamiento de miedo, o de angustia o de furia, tu cuerpo lo materializa y bueno, de ahí las enfermedades. ¿Pero por qué pensamos cosas que no nos hacen bien, que no me hacen sentir como me quiero sentir? Simple, por costumbre. Desde muy pequeños nos enseñan a cómo traducir la realidad. Nos dicen ante qué cosas debemos sentirnos mal, cuáles son cosas que nos deben hacer sentir felices. Incluso la cultura tiene un papel muy importante en nuestra forma de percibir el mundo, si observamos cómo en oriente tienen una concepción sobre la muerte muy diferente a la nuestra, podrás darte dimensionar qué tanto el lugar donde crecemos siembra creencias en nosotros.

Recuerdo una vez que tuve una amiga que tenía unas creencias muy diferentes a las mías. Una vez me juzgó de hacer cosas para ayudar a otros amigos en común solo por quedar bien. Yo me desconcerté terriblemente y me sentí muy mal de que se interpretara así algo que para mí era natural. Más adelante me dijo un gran maestro que seguramente a  esa persona le enseñaron que la gente solo ayuda para obtener algo a cambio, en mi caso, crecí con la cultura de que todos debemos ayudar siempre que podamos. Con este ejemplo quiero dar a entender el punto anterior, nos enseñan las cosas por las cuales, supuestamente, nos debemos sentir felices o no; dependerá de la familia en la que crezcamos, sus creencias, sus valores, todo esto dictará las cosas que se considerarán valiosas o no, lo que te puede “traer felicidad” o no, lo que es el éxito o no.  ¿Te das cuenta de este gran error?  ¡Tenemos un montón de ideas que no son nuestras y que nos guían en la vida a la hora de tomar decisiones!

La felicidad está en tu mente y solo necesitas escoger tus pensamientos, observar cuáles son más recurrentes y que te impiden sentirte como te quieres sentir. Cuéntate una historia diferente de cada cosa. Así como en el ejemplo que te comentaba donde ayudar es sinónimo de querer algo para algunos mientras que para otros puede ser un gozo, todo lo que nos pasa lo vamos a percibir de acuerdo a esa programación, pasará por un filtro formado de creencias de tal suerte que nada de ello es real ni verdadero.

 

Tú puedes escoger tus pensamientos, puedes escoger las ideas que te ayuden a sentirte mejor y sobre todo, puedes escoger sentirte feliz todo el tiempo que quieras y a la hora que quieras.

Claro, requiere de esfuerzo, de observación, de voluntad y perseverancia, pero cuando logres entender cómo funciona tu mente y cómo te hace sentir, tendrás el control de tu mundo.

El éxito es la consecuencia de este cambio interior, el éxito no tiene que ser lo que te dijeron que es. No necesariamente estará relacionado con el dinero, con las pertenecias, con el cargo o posición social. El éxito está relacionado con tu sentimiento de felicidad, con tu sensación de plenitud, con tu bien-estar en el mundo. Es la consecuencia natural del control de tus pensamientos, al desapego de las cosas, al soltar creencias obsoletas y caminar una senda original, única y creada por ti y para ti.

¿Iniciamos el camino?

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