Dicen por ahí que decir adiós es de valientes, pero yo creo que hay que ser valientes para amar.
Para decir adiós es indispensable ser totalmente honestos con nosotros mismos.Los seres humanos actuamos fundamentalmente para evitar el dolor y sentir el placer y muchas veces somos capaces de hacer lo que sea necesario para quedarnos en el mismo lugar y no cambiar nada.
¿Te ha sido difícil decir adiós? A mí también y de muchas maneras.
Recuerdo que hace mucho tiempo era una mañana de enero, había neblina y algo de frío, un clima raro y dispuesto a ponerle la fresa al pastel.
Me dio un apretón de manos, y mientras se alejaba mi corazón latía apresuradamente, podía ver en cámara lenta cada proceso interno de mi cuerpo e incluso dejé de respirar por unos instantes.De mis ojos se escapaban lágrimas, sabía que era un adiós para siempre, un adiós necesario, de esos que te sacuden para toda la vida.
Saber soltar es parte indispensable de la vida, por nosotros y también por las otras personas que muchas veces siguen conectadas por las razones equivocadas a ti.Soltar objetos, personas, situaciones, pareja o trabajo, puede ser complicado cuando no eres honesto contigo y no te haces las preguntas adecuadas.
¿Me hace bien? ¿Merezco o necesito esto en mi vida?
Te sorprenderán esas respuestas, el no querer sentirse solo muchas veces nos atrapa donde no es.
¿Por qué cuesta soltar?
Cuando nos reconocemos en los objetos, las personas o esos amigos, creemos que es parte de nuestra personalidad o nuestra vida cuando en realidad solo te bastas tú.
Muchas veces nos cuesta deshacernos de recuerdos, personas o situaciones que significaron mucho para nosotros.Incluso cuando nos hicieron daño.Nos aferramos, para no sentir el vacío, el miedo, o la tristeza que nos da desprendernos de aquello que ya pasó en nuestras vidas.
Nadie nos enseñó a soltar, la vida te va poniendo en situaciones en la que te obliga a tomar decisiones, pero creo que unas de las cosas más importantes que debemos aprender es decir adiós, pero sin drama, sin el dolor que muchas veces le ponemos a situaciones que no la necesitan.
En mi pasado me tocó soltar personas en medio de un odio o rencor terrible, no solo dolor, llevándome a un proceso tedioso de tremendo desgaste emocional.Me ayudó a entender que me hace mucho más daño del que yo alcanzo a entender y lo mejor es que antes que las situaciones se tornen insostenibles pongas un freno, seas honesto y tome las decisiones necesarias e incluso con amor.
Las personas vamos cambiando, y es natural que ya no vibremos con personas o situaciones, y también se vale que nuestros intereses cambien.De la misma manera pasa con los objetos ¿cumplen alguna función en tu vida? ¿Son útiles en tu diario? Hay que dejar de acumular, es válido para todo, viajar ligeros por la vida nos sacará más sonrisas.
10 consejos para aprender a dejar ir:
- Acepta la realidad.
- Mantente firme con tus decisiones.
- Fluye con cada una de tus emociones.
- Deja ir con amor, no guardes rencor.
- Cree en ti.
- Hazte preguntas: ¿Cuál es el beneficio de seguir estancado con esa persona, circunstancia u objeto?
- Cierra círculos, mereces un presente en libertad.
- Perdónate y sé bondadoso contigo mismo, lo que pasó pues ya pasó.
- Vive el proceso de desprendimiento y déjale espacio a nuevas cosas en tu vida.
- Entiende cuando es el momento de cerrar etapas.
Suelta sin drama, con respeto, no solo podría quedarse la puerta abierta para un futuro diferente, sino que también es una forma de tratarte bonito.
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